miércoles, 3 de agosto de 2016

ANOREXIA Y BULIMIA

TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA: ANOREXIA Y BULIMIA

Los trastornos de la conducta alimentaria son aquellos que afectan a una de las necesidades más básicas que todo ser vivo necesita satisfacer para conservarse y para su normal desarrollo.

Definimos la conducta de alimentación:

La alimentación es la conducta voluntaria (motivada), a partir de la cual, las personas proporcionan al organismo sustancias aptas para el consumo, a fin de transformarlas y convertirlas en los nutrientes y energía necesarios para su funcionamiento. 

En esta conducta motivada intervienen aspectos biológicos (homeostasis), conductuales y cognitivos.
Cuando uno o varios de estos factores no funcionan correctamente puede producirse algún trastorno de la conducta alimentaria.

- Los factores biológicos hacen referencia básicamente a procesos fisiológicos, a través de los cuales nuestro organismo tiende a mantener un equilibrio u homeostasis. 

Ante la deprivación fisiológica se genera una necesidad fisiológica, y esta favorece la aparición de un impulso que lleva a la conducta correspondiente; en este caso la de alimentarse.

- Los factores conductuales hacen referencia principalmente a las conductas de aprendizaje y moldeamiento adquiridas durante el desarrollo del individuo, que pueden afectar a la conducta alimentaria.

- Los factores cognitivos son aquellos que implican el procesamiento activo de la información. Aquí los planes, las metas, las expectativas y atribuciones que hacemos acerca de los que nos rodea toman toda la importancia.

Son principalmente los factores cognitivos y conductuales los que están involucrados en los trastornos de la alimentación en el caso de la anorexia y la bulimia nerviosa.

Dejando a un lado los trastornos de la alimentación en la infancia  (pica, rumiación, etc), la anorexia y la bulimia nerviosa son los dos tipos principales de trastornos de la alimentación.


ANOREXIA NERVIOSA

Trastorno de la alimentación que se caracteriza por un rechazo sistemático de los alimentos y que se observa generalmente en personas jóvenes; suele ir acompañado de vómitos provocados y adelgazamiento extremo.

Los criterios diagnósticos para la anorexia nerviosa según el DSM IV de la Asociación Americana de Psiquiatría son:


A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (p. ej., pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85 % del esperable, o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el período de crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85 % del peso esperable).

B. Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal.
C. Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.

D. En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con tratamientos hormonales, p. ej., con la administración de estrógenos).

Puede ser de dos tipos:

Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo no recurre regularmente a atracones o a purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).

Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre regularmente a atracones o purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas)

BULIMIA NERVIOSA

Trastorno de la alimentación que se caracteriza por períodos en que se ingiere compulsivamente, seguidos de otros de culpabilidad y malestar, con provocación del vómito. Algo característico es que la bulimia no suele provocar grandes alteraciones de peso y puede pasar más desapercibida.
Los criterios diagnósticos para la bulimia nerviosa según el DSM IV de la Asociación Americana de Psiquiatría son:

A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por: 1. ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (p. ej., en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias 2. sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo).

B. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo.

C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses.

D. La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales. E. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nerviosa.

Puede ser de dos tipos:

Tipo purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.

Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.

EPIDEMIOLOGIA:

En España los últimos estudios realizados coinciden en señalar una tasa de prevalencia de casos de TCA en población adolescente de alrededor del 4,1 - 4,5%.

En concreto, la anorexia se sitúa en torno al 0,3%, la bulimia en el 0,8% y el TCA no especificado en torno al 3,1% de la población femenina de entre 12 y 21 años.


Si consideramos la totalidad del espectro teniendo en cuenta las formas más leves, la estimación de la frecuencia es mucho mayor y se sitúa entre el 11-16%.

Solo entre el  5 – 10 % de los afectados son hombres y en éstos se da con más frecuencia la bulimia o el síndrome por atracón que la anorexia nerviosa, aunque también entre ellas es superior la prevalencia de bulimia.

La edad de inicio en la anorexia nerviosa se sitúa frecuentemente entre los 13 y los 18 años, no obstante cada vez se están encontrando más casos tanto en niñas prepúberes como en mujeres adultas.

CAUSAS

Actualmente se considera la anorexia y la bulimia nerviosa como de causa multifactorial y que no puede vincularse a un defecto fisiológico determinado.

Investigaciones recientes apuntan a que esta enfermedad se origina en las altas demandas de la familia y la sociedad: el ciclo destructivo comienza con la presión que el individuo siente por ser delgado y atractivo; o incluso en otros ámbitos que no tienen nada que ver con la imagen corporal como los estudios. El problema se centra, entonces, en una baja autoestima y percepciones de poco control acerca de lo que rodea al afectado.

En otros casos la anorexia nace a raíz de otro problema. Este tipo de desorden podría desarrollarse en cierto tipo de familias disfuncionales.

Algunos factores precipitantes pueden ser en la pubertad: cambios físicos y psicológicos, dietas restrictivas, ejercicio físico excesivo, mala valoración del cuerpo, insatisfacción personal, situación personal estresante, trastornos emocionales, anorexia nerviosa.

También se encuentra que la mayoría los afectados presentan una personalidad previa al inicio de la enfermedad, caracterizada por tendencia al perfeccionismo, baja autoestima y personalidad obsesiva.